David García Aristegui, activista: «Del electoralismo, como de las drogas, se sale»

21 May 2015 Álvaro Minguito

Elecciones: del 15M al 24M. Cuatro años de movilización política. Bioquímico de formación, informático de profesión, fundador de colectivos como Ciencia para el pueblo o la Asociación Cultura Libre, David García Aristegui, que dice estar "obsesionado con el sindicalismo en las industrias culturales y el periodismo", es además socio de la SGAE y colabora en el programa Barrio Canino de Ágora Sol Radio, emisora nacida en la acampada. ¿Qué estabas haciendo el 15 de mayo de 2011? Yo fui a la manifestación de DRY pero con el Bloque Negro, que tanto preocupaba a la Delegación de Gobierno y a la prensa. Hubo un momento un poco tenso porque se quemaron una bandera española y una del PSOE, pero nada más. En aquella época no entendía bien lo que era DRY, luego les conocí e incluso colaboré con ellas/os organziando talleres de desobediencia civil, que recuerdo con especial cariño. ¿Cómo viviste el movimiento? Con total perplejidad, no entendía nada. De hecho, creo que sigo sin entender muy bien que pasó, pero fue algo, con sus luces y sombras, maravilloso. Me alegro mucho de haberlo podido vivir. Y de manera muy contradictoria, además. Me habían regalado por mi cumpleños el abono para ir al Primavera Sound en Barcelona. Yo viví el desalojo a hostias de la Plaza Catalunya y la alucinante manifestación posterior, con todas las Ramblas inundadas de gente y el emocionante regreso a la Plaza de Catalunya. Todavía me emociono al recordarlo y se me pone la carne de gallina. Y por las noches... a los conciertos. Muchas contradicciones me estallaron esos días en Barcelona. Nunca mas volví al Primavera Sound y, de rebote, perdí unas cuantas amistades hipsters por el camino. Cosas de la vida. ¿Qué sentiste, qué te vino a la cabeza durante el grito mudo de la jornada de reflexión el 21 de mayo de 2011? El 21 de mayo sentí un poco de agobio, había demasiada gente y eso a veces lo llevo un poco mal, tengo un poco de claustrofobia. Lo del 21 de mayo fue maravilloso. Luego llegó la mayoría holgada del PP y para muchos, entre los que me incuyo, fue un aterrizaje a la horrible realidad política de este país. ¿Votaste el 22M de 2011? Soy anarquista y abstencionista patológico. No, no voté. ¿Lo volverías a hacer? Colaboré un par de semanas con un Círculo no oficial de Podemos relacionado con ciencia, algo que parece me perseguirá toda mi vida, como ser socio de la SGAE o llevar gafas de pasta. [risas] Ya en serio, sigo firme en mis convicciones abstencionistas. Ojo, eso no significa que le vea sentido a las campañas por "la abestención activa", que me parece algo igual de absurdo que "follar por la virginidad" o "el sadomaso no violento". Votar o no votar creo que es algo estrictamente personal. Por eso me dan tanto asco las campañas electorales. ¿En qué has cambiado tú personalmente desde entonces? Me sacudí muchas inercias activistas estúpidas gracias a lo que viví en el 15M. Por ejemplo, el ir a las asambleas como si se tratara de un combate de boxeo. Aprendí muchísimo del respeto y la escucha activa que se practicaba en la Asamblea de Sol. Yo venía de una subcultura política absolutamente cainita, paranoica, de clandestinitis de todo a un euro y profundamente grupuscular. El 15M ayudó mucho a barrer toda esa mierda, aunque todavía quedan sectitas políticas en sus minutos de la basura. Pero pronto habrán desaparecido y afortunadamente nadie las recordará. Muy bien. ¿En qué ha cambiado España? En nada. Hay más paro, más precariedad y los sindicatos ni están ni se les espera. Un desastre, vamos. ¿Qué esperas de las elecciones del 24M? Veo la "apuesta municipalista" como una gran agencia de colocación para exactivistas y estudiantes de políticas y sociología de Somosaguas. Espero entre poco y nada. Es un puto circo. Te lo tengo que preguntar, ¿Qué le dirías a la gente que no piensa votar? Nada, como dije antes creo que es algo estrictamente personal. Pero infiero de tu pregunta que o