Enrique Flores, dibujante: «Con los recortes los chavales de 18 son más burros de lo que podrían haber sido»

21 May 2015 Álvaro Minguito

Elecciones: del 15M al 24M. Cuatro años de movilización política. Enrique Flores, ilustrador, vecino de Lavapiés. Escribe e ilustra cuentos para niños. No tiene móvil, ni coche, ni televisión. ¿Qué estabas haciendo en el momento de la manifestación del 15M de 2011? Me estaba mudando, estaba haciendo cajas. ¿Cómo viviste el movimiento? Con mucha sorpresa, no sabía muy bien qué era aquello ni de dónde venía. Se había generado espontáneamente, no había nadie conocido... Todo me sorprendió mucho. Yo lo vi muy raro y pasé mucho tiempo en Sol intentando entender de qué iba. ¿Qué valoración hiciste sobre el grito mudo de la jornada de reflexión el 21 de mayo de 2011? En aquel momento parecía que aquello podía servir para algo. Era muy ilusionante, fue un momento un poco ingenuo, visto ahora en perspectiva. ¿Votaste el 22M de 2011? ¿A quién? Sí, a Izquierda Unida. ¿En qué has cambiado tú personalmente desde entonces? Creo que soy mucho más escéptico. Después de estos cuatro últimos años, al apagarse el primer subidón de ilusión y de alucinar con lo que estaba pasando... Me siento más perro viejo que antes. Ahora mismo me encuentro en una situación en la que no me gusta estar: de descreimiento. En vez de multiplicar las fuerzas que tenía hace cuatro años... Han disminuido. ¿En qué ha cambiado España? Pues... Ya lo sospechábamos, pero hemos comprobado que somos unos mierdas, porque después de todas las hostias que nos ha dado el PP, no hemos sido capaces de reaccionar parándoles los pies. No hemos salido a la calle en masa como parece que debíamos haber salido, a frenar privatizaciones, recortes y desahucios, y todo se ha quedado en una cosa de cuatro gatos. No sé, han pasado cosas gravísimas, que nos afectan a todos, como la reforma laboral o la expulsión de los inmigrantes de la sanidad pública... Cosas muy graves y no hemos salido a protestar por eso. Por eso creo que soy más escéptico, que estoy más desilusionado, porque he mirado a mi alrededor y he oído más eco que nunca. No veo euforia, no veo emoción, no se me ponen los pelos de punta. Hace cuatro años sí, y ahora no, y entonces había menos motivos para protestar que ahora. Es la doctrina del shock: nos bombardean con tal peso de atrocidades que nos insensibilizan. Matan a chavales en la frontera y no pasa nada. Las respuestas sociales no pueden mantenerse en el tiempo, son estallidos de rabia y tienes un sólo tiro. O lo pegas bien, o el objetivo es el contrario al que te proponías. En este caso hemos señalado las grietas del sistema y se han apresurado a taparlas, como ejemplo: la ley mordaza. ¿Qué esperas de las elecciones del 24M? Realmente nada, no soy nada optimista, me gustaría esperar un cambio, ilusionarme, creer que algo se puede hacer, pero... Con estos mimbres, pocos cestos. Creo que somos un país que ve telebasura, que no lee, inculto, que no entiende qué es la ética, que los valores están por encima del dinero. No nos ha calado la idea del decrecimiento. Miro a mi alrededor y veo que la gente está esperando un segundo, o un tercer pelotazo, que su casa se revalorice, conseguir un trabajo a cualquier precio. Aparte del descreímiento con los políticos, no veo que haya habido ninguna catarsis, ningún replanteamiento de nada. Seguimos siendo los mismos burros de siempre. Bueno, más burros, porque con los recortes en educación, los chavales que ahora tienen 18 años son más burros que lo que podrían haber sido. ¿Qué dirías a la gente que no piensa votar? Que voten. A pesar de esto que te digo, creo que es importante votar. Dentro del juego perverso que supone intentar cambiar las normas del sistema aceptando las normas del sistema, este primer paso no hace daño a nadie, es una acción política mínima, que dura media horita. Dentro de las pocas acciones políticas que parece que estamos dispuestos a tomar, el voto es una de ellas. No te pierdas las entrevistas a otros pro