Ecologistas reclaman el cierre de las nucleares en el tercer aniversario del accidente de Fukushima
 10 Mar 2014 José Hinojosa 
Madrid, 11 de marzo de 2014. Miembros de Ecologistas en Acción y de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético se han concentrado esta mañana ante la sede del Ministerio de Industria, Energía y Turismo para recordar el tercer aniversario del accidente de la central nuclear de Fukushima Daichii (Japón) y para reclamar un cambio de rumbo en la política energética española.   En el acto han leído un manifiesto en el que denuncian que, tres años después, la situación en la zona de Fukushima “se encuentra lejos de estar bajo control”. En homenaje a las víctimas del accidente, los ecologistas han plantado tres cerezos -emblemático símbolo de la cultura japonesa- en el madrileño Paseo de la Castellana.   Rodrigo Irurzun, coordinador del área de energía de Ecologistas en Acción, ha reclamado “el cierre paulatino de todas las centrales nucleares españolas” por representar un “peligro evitable”, y ha demandado una democratización del proceso de decisión sobre la gestión a los residuos nucleares, para encontrar “la solución menos mala”. “Con un calendario de cierre debatiremos el destino de las toneladas de residuos. Sin prisa y con transparencia. Sin chantajes y con rigor”, han plasmado en el manifiesto.   Ecologistas en Acción presentará esta tarde un informe sobre las consecuencias del accidente, cuyas conclusiones, afirma Irurzun, “son muy claras”. “Lo que nos demuestra el accidente de Fukushima es que puede haber circunstancias externas que provoquen un accidente de consecuencias catastróficas, impredecibles e ingestionables”. Por lo que, según Irurzun, “lo más sensato es dejar de producir energía eléctrica mediante la energía nuclear”.   Por su parte, Cote Romero, coordinadora de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, ha denunciado que las consecuencias del accidente japonés siguen estando presentes. “Tres años después del accidente, aún el peligro no está controlado”. Romero se ha lamentado además de las intenciones del gobierno de reabrir la central nuclear de Garoña (Burgos): “La reapertura está complicada, pero están haciendo todo lo posible para que Nuclenor, la empresa propietaria de Garoña, reabra las instalaciones”. La energía nuclear, ha sentenciado, “es cara, peligrosa y, en el caso del Estado español, es prescindible”.   El 11 de marzo de 2011 Japón sufrió un terremoto de 8,9 grados en la escala Richter. El tsunami que se produjo a continuación dejó sin alimentación eléctrica a tres de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima Daiichi. En consecuencia, se produjo la fusión parcial del núcleo de 2 reactores, con la consecuente emisión de radiactividad a la atmósfera, al mar y las aguas subterráneas. El accidente fue clasificado como nivel 7 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES, por sus siglas en inglés), una escala que va de 0 a 7 y que sirve para medir la gravedad de un suceso en términos de seguridad.

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