La Asamblea de Vivienda Centro paraliza el desahucio de una familia que había sido estafada
 06 Mar 2014 Dani Gago 
Madrid, 7 de marzo de 2014. La Asamblea de Vivienda Centro, formada por los grupos de vivienda de las asambleas populares de Lavapiés, Austrias-Letras y Malasaña, ha paralizado un nuevo desahucio esta mañana. Se trata de la vivienda en la que Suleyra, Luis y su hijo de 12 años viven de alquiler desde hace meses en la calle Juan de Vera, en el madrileño barrio de la Arganzuela.   Desde Vivienda Centro denuncian que esta familia ha sido víctima de un “alquiler-estafa” y que no tienen actualmente una alternativa habitacional. “Encontraron el piso a través de un locutorio del barrio, donde querían quedarse ya que el niño está escolarizado en un colegio público de la zona”, explican. Hasta el momento las tres personas residían en una habitación de un “piso-patera” y Luis acabó firmando un contrato con el supuesto arrendador. Sin embargo, tal como relatan desde el colectivo, “el contrato de alquiler que firmó Luis resultó ser un fraude, y aunque el arrendador se identificó como el propietario, hace unos días recibió en su casa una orden de desahucio”.   Se da la circunstancia de que esta familia ha realizado todos los pagos mensuales conforme se articulaba en el documento. Lo que no sabían era que los verdaderos propietarios, tal como han podido saber los integrantes de viviendas Centro, “ya habían negociado con el banco (Bankia) la entrega de llaves del piso”.   Luis fue a pedir ayuda a la Asamblea de Vivienda Centro el pasado 3 de marzo y desde entonces han intentado negociar con Bankia un aplazamiento del desahucio y un alquiler social. Pero la entidad no ha dado su brazo a torcer y “ayer confirmaron que el lanzamiento seguía adelante”, relata Lucía L., de Vivienda Centro.   Así, esta mañana medio centenar de personas acudía a la llamada stop desahucios lanzada por el colectivo, además de las seis personas que han acompañado a la familia durante toda la noche. Tanto el cerrajero como la comisión judicial han hecho su aparición a lo largo de la mañana, sin que consiguiesen consumar el lanzamiento, con lo que se ha llegado al acuerdo de paralizar temporalmente el desahucio. Sin embargo, al no ofrecer la comisión una fecha concreta para un posible futuro desahucio, integrantes del colectivo se han dirigido a los juzgados para conseguir más información. Además, tras conocerse la paralización del lanzamiento, los presentes se han dirigido a la sucursal de Bankia en el Paseo de las Delicias, donde han estado intentando negociar durante toda la semana, para seguir presionando y conseguir un alquiler social para la familia, hecho que no han podido realizar al encontrarse cerrada la oficina.   “Nuestra idea sigue siendo que Bankia pueda ofrecer un alquiler social porque esta familia, con los recursos que tiene, no puede pagar un piso de alquiler al precio de mercado. Bankia tiene miles de pisos vacíos y un amplio fondo social de alquiler”, explica Lucía. Luis trabaja haciendo servicios de reparación y soporte de ordenadores y Suleyra Trinidad en servicio doméstico.   Se trata del primer intento de desahucio que sufre la familia, pero no el primero del piso, ya que sus antiguos inquilinos consiguieron paralizar varios lanzamientos. “Sí se trata del primer stop desahucios”, matiza Lucía.
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