La Plataforma de Afectados por la Hepatitis C llevará su protesta a todos los hospitales de la CAM
 12 Mar 2015 Juan Zarza 
Madrid, 13 de marzo de 2015. Tras pasar la noche encerrados en el Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), los afectados por la Hepatitis C han logrado reunirse esta mañana con la gerencia del centro, a quien han exigido que suministre tratamiento a ocho pacientes de este hospital con una fibrosis en grado F4 que lo tienen prescrito desde hace meses.   Según han explicado los portavoces de la plataforma en una concentración convocada esta mañana a las puertas del hospital, la gerencia del Severo Ochoa se ha comprometido a llevar los ocho casos a la Dirección General de Farmacias de la Comunidad que, les han asegurado, “es quien tiene en su mano aprobar el tratamiento”. A cambio, y “como muestra de buena voluntad”, desde la PLAFH han accedido a “rebajar la presión” sobre el centro y, durante este fin de semana, mantendrán sólo a 4 enfermos encerrados en el hospital del que, aseguran, “no se marcharán sin las pastillas en la mano”.   “No entendemos donde está el tapón, si en el Ministerio de Sanidad o en la Comunidad de Madrid, ni que la Comunidad le diga a la opinión pública que ya se está administrando el tratamiento cuando nosotros tenemos aquí expedientes que demuestran lo contrario”, ha dicho Damián, vicepresidente de la PLAFH, que ha adelantado además la intención de la plataforma de llevar los encierros y protestas a todos los hospitales de la Comunidad de Madrid “si la situación no se desbloquea”.   El objetivo de la campaña, según han explicado a DISOpress, será lograr el apoyo de todos los jefes de servicio de todos los hospitales y, sobre todo, de los hepatólogos, para así “desvelar de una vez dónde está ese tapón; desvelar quién está frenando que se administre el tratamiento”. Los médicos, insiste Damián, “deberían estar al servicio de los enfermos y prescribir automáticamente la medicación a todos los enfermos que la necesiten. Si luego no se puede suministrar por un problema económico o político, que lo afronte quien lo tenga que afrontar, pero que los médicos no se pongan del lado de los políticos”, concluye.

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