Diez años del 11M: las bombas que ETA no colocó
08 Mar 2014
Dani Gago
Este año se conmemora el décimo aniversario del mayor atentado de la historia de España, unos hechos que causaron 191 muertos y 1.858 heridos y uno de los episodios de manipulación informativa más graves de la democracia.
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Madrid, 11 de Marzo de 2004. Dos bombas explotan en el tren 21435 en la estación de El Pozo del Tío Raimundo a las 7:38 de la mañana.
Madrid, 9 de marzo de 2014. El próximo 11 de marzo se conmemora el décimo aniversario de los atentados cometidos por grupos yihadistas en la red de Cercanías de Madrid, como respuesta a la intervención española en la Guerra de Irak, que causaron la muerte de 191 personas y 1.858 heridos. Desde numerosas organizaciones se han convocado actos para recordar a las víctimas.
Los acontecimientos ocurridos desde la explosión de las bombas hasta la celebración de las elecciones generales de 2004, tres días después de la masacre, cambiaron el rumbo del país. Numerosas fuentes y analistas coinciden en que fueron determinantes para el cambio de Gobierno, que pasó de manos del Partido Popular a una mayoría simple del PSOE, contra todo pronóstico.
De las bombas a la manipulación
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Madrid, 11 de Marzo de 2004. Dos bombas explotan en el tren 21435 en la estación de El Pozo del Tío Raimundo a las 7:38 de la mañana.
Entre las 7.36 y las 7.40 del 11 de marzo de 2004 diez explosiones casi simultáneas conmocionaron a la opinión pública mundial, causando el segundo mayor atentado terrorista de la historia de Europa y el más grave de la de España. Dos artefactos más fueron detonados de forma controlada por las fuerzas de seguridad del Estado y un tercero sería desactivado ese mismo día. Las detonaciones tuvieron lugar en la estaciones de Atocha (tres), El Pozo del Tío Raimundo (dos), Santa Eugenia (una) y en un tren que se encontraba junto a la calle Téllez, a 500 metros de Atocha (cuatro).
En un clima de rechazo y manifestaciones contra el apoyo y envío de tropas por parte del Gobierno de José María Aznar a la campaña militar contra Sadam Husein, liderada por Estados Unidos, los atentados influyeron de forma notable en los votantes españoles. El Ministerio del Interior y lo medios de comunicación afirmaron desde el primer momento que la autoría de la masacre correspondía a ETA, tal como aseguraban los servicios de inteligencia. Tan sólo el partido político Batasuna negó la autoría de esta organización mediante un comunicado leído por su dirigente, Arnaldo Otegui, a las 12 de la mañana del mismo 11 de marzo.
Los partidos políticos y los medios dieron por falsas las palabras de Otegui y el entonces Ministro del Interior, Ángel Acebes, calificaba de “absolutamente intolerable cualquier tipo de intoxicación que vaya dirigida, por parte de miserables, a desviar el objetivo y los responsables de esta tragedia”. Comenzaba así uno de los mayores episodios de manipulación informativa de la historia de la democracia. José María Aznar, presidente del Gobierno en aquel momento, aseguraba el mismo 11 de marzo que se lograría “acabar con la banda terrorista”, en clara alusión a ETA. Además, miembros de la oposición, como el coordinador general de Izquierda Unida, promulgaban palabras contra la organización vasca. En concreto, Llamazares aseguraba el mismo 11M: “La democracia acabará con los bárbaros, con los nazis de ETA”.
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Madrid, 12 de Marzo de 2004. Manifestación oficial, convocada por el gobierno, con el lema "Con las víctimas, con la Constitución, por la derrota del terrorismo". Angel Acebes, Ministro del Interior, y Mariano Rajoy.
El Ministerio del Exteriores, mediante su titular Ana Palacio, aseguraba a las 17 horas a través de un comunicado dirigido a las embajadas extranjeras, que la autoría de los atentados correspondía a la organización vasca, ya que “así lo confirma el explosivo utilizado y el patrón utilizado en los mismos, que es el habitual de ETA; así como otras informaciones que aún no se han hecho p
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