Las BRIF mantienen su huelga para poder vencer al fuego en condiciones dignas
 20 Oct 2015 Irene Lingua 
Madrid, 21 de octubre de 2015. Tras 86 días de huelga, las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) marcharon a Madrid desde Valladolid para reunirse con la ministra de Medio Ambiente y tratar de llegar a un acuerdo en el conflicto laboral que les llevó a convocar esta huelga indefinida en julio. La Asociación de Trabajadores de las BRIF, que aglutina a todos los trabajadores de este colectivo, reivindica desde hace años dignidad para su trabajo. Sobre todo desde 2005, año en que murieron once compañeros, los brigadistas han tratado de hacer visible su situación, muchas veces tapada por los medios de comunicación, según denuncian.   Las BRIF tienen la labor de acudir a los incendios más graves, de nivel 2, cuando las Comunidades Autónomas solicitan este refuerzo al Ministerio de Medio Ambiente. Estos 545 brigadistas están repartidos en diez puntos de la geografía española. En cada uno de ellos permanecen dos brigadas de siete especialistas, un capataz y un técnico con dos helicópteros.   Como explicaron Santiago Terol y Pepe, capataz en la base de Iglesuela (Toledo), en un encuentro realizado durante su estancia en Majadahonda, última parada antes de llegar a Madrid caminando desde Valladolid, “no hay nada que compense morir en el fuego, pero por lo menos poder mantener a la familia de una manera digna”. Los dos miembros de las BRIF señalaron que en otros países la figura del bombero forestal está valorada, mientras que en España ni se conoce.   De hecho, su primera reivindicación consiste precisamente en esto. Quieren que se reconozca la categoría de bombero forestal a los miembros de las BRIF porque, a día de hoy, aunque tienen derecho a ello, no se ha formalizado en sus contratos. “Trabajamos al amparo de una figura inventada”, afirmaron. La importancia del reconocimiento de la categoría profesional tiene que ver, sobre todo, con la cuestión de las enfermedades laborales y con los coeficientes reductores de la edad de jubilación.   El trabajo que realizan las BRIF exige una condición física de “equipo de fútbol de segunda división”. Cuando se están ocupando de una extinción, tienen que llevar un peso de unos 30 kg. Es decir, aquellos brigadistas que cumplen los 55 años difícilmente pueden continuar realizando este trabajo, pero muchos llevan toda la vida dedicado a ello. Si las pruebas físicas determinan que ya no están en condiciones, “acaban en la calle”, denuncian las BRIF.   Por ello, reclaman una segunda actividad que permita a estos miembros de las BRIF una continuación digna y un reconocimiento a sus años de dedicación.  “No quiero que me echen a la basura como un juguete roto”, protestaron. Además de estas reivindicaciones, el motivo de la huelga también tenía que ver con el salario.   “Cobramos apenas 900 euros en los meses de julio, los de mayor carga de trabajo”, explicaron. “Cuando los medios dicen que pedimos un 30% de subida parece que queremos mucho, pero en realidad sería llegar a los 1.000 euros”, añadió Terol.   Tras estos días, meses y años de lucha, al menos han conseguido la continuidad laboral. Este año han llegado a los 11,5 meses y el que viene les han prometido los 12. Para ellos es vital pues les permite realizar la necesaria labor de prevención durante los meses de invierno. “Como se ha abandonado el medio rural y nadie se ocupa de los montes, esto genera mayor riesgo de incendios y que sean cada vez más virulentos y graves”, relataron. En la prevención, las BRIF se dedican a preparar cortafuegos y a realizar quemas controladas. “Siempre lo decimos, los incendios se apagan en invierno”, añadieron.

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerle un mejor servicio. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. Encontrará más información sobre las cookies y como configurar su uso en nuestra Política de Cookies.

Aceptar