Los trabajadores afectados por el ERE de Coca-Cola, a la espera de la ejecución de sentencia
16 Nov 2014
Juan Zarza
Madrid, 17 de Noviembre de 2014. Cerca de 200 trabajadores de Coca-Cola se han concentrado hoy a las 9:30 horas frente a la Audiencia Nacional con motivo de la vista que se había fijado en el proceso judicial que mantienen los trabajadores despedidos de la planta embotelladora de Coca-Cola de Fuenlabrada, representados por el sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.), con la empresa Coca-Cola Iberian Partners.
Tras el fallo de la Audiencia Nacional el pasado mes de Junio que declaraba nulo el ERE por el que la empresa despidió a 1.150 trabajadores de diferentes plantas en el territorio español y no habiendo logrado posteriormente un acuerdo con sus trabajadores, hoy Enrique Lillo, abogado laboralista y responsable del Gabinete Interfederal de CC.OO., ha solicitado en la vista judicial que en esta nulidad del despido colectivo se admita también al colectivo de trabajadores adheridos individualmente a las fórmulas propuestas por la empresa, es decir, aquellos trabajadores que consintieron firmar las condiciones ofrecidas por la empresa. Respecto a estos acuerdos que algunos empleados aceptaron, Lillo no ha querido valorar si existió o no violencia en el consentimiento (algún tipo de presión por parte de la empresa), pero ha asegurado “que si el despido colectivo es ilícito, esa ilicitud arrastra a la adhesión individual de conformidad con el código civil”.
El abogado también ha declarado que el convenio colectivo de estos trabajadores estaba expresamente elaborado con el fin de facilitar el despido colectivo puesto que fue firmado un día antes de efectuar dicho despido. Tampoco cree que haya causa legal para el ERE, puesto que no existe una empresa laboral unitaria, “y eso es un fraude para despedirlos”.
Otro argumento que aportan los afectados de la Planta de Fuenlabrada es el hecho de que la fábrica ha recibido inversiones, posee tecnología adecuada y dispone de personal debidamente cualificado. Es por ello que han mantenido el campamento instalado a las puertas de la planta “para evitar que la empresa pueda decidir desmantelar la maquinaria”, según explica uno de los afectados presentes en la concentración. El caso, que ha quedado visto para sentencia, podría resolverse en los próximos días.
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