La revuelta interconectada de Brasil contada por Bernardo Gutiérrez
 28 Oct 2013 Juan Zarza 
Madrid, 29 de octubre 2013. El periodista  Bernardo Gutiérrez ha relatado esta tarde en Medialab Prado el proceso de movilización social que tuvo lugar en Brasil el pasado verano. Bajo el título “Tres años de revueltas interconectadas”, el centro ha acogido esta charla en el marco del Máster en Comunicación, Cultura y Ciudadanía Digitales impartido por la Universidad Rey Juan Carlos.   Basándose en los análisis de multitud de investigadores y expertos en el tema y, sobre todo, su experiencia en primera persona, Gutiérrez ha trazado un panorama muy completo sobre lo ocurrido en este país a raíz de una protesta por la subida del transporte público, y la conexión de esta revuelta con las de otros países como Turquía o Egipto en esos momentos, o España y Estados Unidos un par de años atrás.   Según ha explicado, mientras Turquía estaba viviendo el momento de mayor estallido social, en Brasil el movimiento Passe Livre convocaba una manifestación contra la subida del transporte público. El 13 de junio la represión policial exagerada convierte esta protesta en un gran movimiento que toma las calles de las principales ciudades de Brasil, algo posible gracias a las redes sociales, al igual que ocurrió en Turquía o en las revueltas árabes.   Lo que comienza siendo una reivindicación concreta se extiende a demandas políticas, económicas y sociales de todo tipo: acceso a la educación, mayor democracia, lucha contra la corrupción, denuncia de la manipulación mediática, derecho de vivienda, críticas a la especulación y al rápido proceso de crecimiento capitalista vivido en los últimos años, etcétera.   Trazando una analogía entre los primeros momentos de la Acampada Sol de Madrid y lo ocurrido en Brasil, Gutiérrez ha comentado: “La violencia policial es un combustible espectacular para encender la revuelta”.   En los días siguientes, se generó un nuevo sujeto colectivo con un imaginario y una identidad inexistentes hasta el momento, que utilizó las redes sociales con un repertorio muy variado y reconocible en las revueltas del mismo tipo de países como España o Estados Unidos. A través del humor y la estrategia de subversión de los códigos culturales, se cuelgan en la red miles de carteles, vídeos y canciones, que configurarán ese nuevo vocabulario compartido, esos ‘memes’ en los que se reconocerán los indignados brasileños.   Muchos de ellos adoptarán en sus perfiles de redes sociales el apelativo de ‘vándalo’, término despectivo utilizado por los medios de comunicación en esos días, al igual que en España se tachó a los indignados de ’perroflautas’. Algunos también harán referencia a la “revolución del vinagre”, cuyo origen tiene que ver con el vinagre que utilizaban los manifestantes para aliviar los efectos del gas mostaza que usó la policía contra los mismos.   El día 17 de junio, cerca de 3 millones de personas se concentran en las calles de Sao Paulo. Una multitud tomará pacíficamente el Congreso en Brasilia, cantando y bailando. El hastag #VemPraRua, frase adaptada de un anuncio de publicidad, se convertirá en un elemento agregador de todos los ciudadanos, tanto de derechas como de izquierdas, con un fuerte sentimiento apartidista.   Desde entonces, numerosas acciones por todo el país han tenido lugar bajo el paraguas de este nuevo sujeto colectivo, diferenciado de los sindicatos y de los partidos tradicionales, y que tiene mucho en común con otros movimientos en el mundo, como el 15M o el movimiento Occupy. Ocupaciones de plenos en ayuntamientos, bailes y performances en instituciones políticas, escraches, ocupaciones de viviendas, asambleas populares se han multiplicado exponencialmente en los últimos meses.

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