Greenpeace organiza bicicletadas en más de 30 países para pedir la protección del Ártico
 03 Oct 2014 Adolfo Luján 
Madrid, 4 de octubre de 2014. Alrededor de 300 personas se han manifestado hoy en Madrid con motivo de la Ice Ride convocada por la organización ecologista Greenpeace. Esta bicicletada, que se celebra hoy en más de 150 ciudades, de 33 países, se enmarca en la campaña Act for Artic de la ONG. Reivindican la creación de un “Santuario Global para salvar la última frontera del planeta de las prospecciones petrolíferas y la pesca destructiva”. Según ha explicado a Diso Press Pilar Marcos, responsable de la campaña del Ártico de Greenpeace España, la convocatoria mundial tiene por objetivo exigir a los 8 países ribereños del Ártico (Rusia, Canadá, EEUU, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Suecia e Islandia) que traten al océano como “Patrimonio de la Humanidad, porque no es de su propiedad”. La reivindicación va dirigida también a gobiernos como el español, que es “observador en el Consejo Ártico, junto con otros 14 países”. Este Consejo es un foro intergubernamental de carácter político que discute asuntos a los que se enfrentan los gobiernos de los países árticos y los representantes de pueblos indígenas del Ártico. La declaración de la zona como santuario es importante para Greenpeace porque actualmente, explica Marcos, “no hay un instrumento legal para proteger las aguas internacionales alrededor del Polo Norte, pero convirtíendolas en santuario sería una zona libre de pesca y de explotaciones petrolíferas”. Según han denunciado dos activistas de la organización antes del inicio de la marcha, “en los últimos 20 años, han desaparecido tres cuartas partes del hielo del Ártico”. Pilar Marcos se lamenta del hecho de que “muchos países y grandes corporaciones, lo ven como una oportunidad de negocio, ya que al avanzar el deshielo, aparecen nuevos caladeros de pesca y bolsas de petróleo”. Marcos advierte que “los problemas del Ártico no se quedan allí”. Los temporales que han azotado Estados Unidos y Europa en los últimos inviernos son, asegura, “consecuencia directa del deshielo”. El riesgo más grave para España, explica, “sería la subida del nivel del mar, que alcanzaría los 7 metros, así como la subida de las temperaturas, factores que tendrían fuerte un impacto económico en el sector turístico de nuestro país”. Se calcula, asegura Marcos, “que desaparecerían todas las estaciones de esquí por debajo de los 3000 metros, que en España son casi todas”. La responsable de campaña alerta de que “los tiempos entre la voluntad política y el deshielo no están acompasados”, pero enfoca su esperanza hacia la “Cumbre por el Ártico -en la que entrarán más países que los miembros del Consejo- que Ban Ki Moon [Secretario General de las Naciones Unidas] se ha comprometido a celebrar después de que Greenpeace le entregara 6 millones de firmas” a tal efecto.

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