"Si fueran una ONG la gran mayoría de los partidos no cumplirían las condiciones para recibir dinero público"
26 Apr 2014
Dani Gago
Madrid, 27 de abril de 2014. Miguel Ongil, experto en financiación de partidos, miembro del colectivo que estudia esta materia Cuentas Claras y uno de los autores del libro 'Qué hacemos con la financiación de partidos', ha sido invitado por el grupo parlamentario Izquierda Plural para hablar ante la Comisión Constitucional del Congreso que estudia iniciativas sobre la regeneración democrática y la lucha contra la corrupción.
¿Cuándo nace y cuál es el fin del Cuentas Claras?
Nace hace poco más de dos años de la rabia que provocó el indulto a la mano derecha de Botín por parte del gobierno socialista en funciones. Una compañera de 15M Bruselas y yo empezamos a investigar como podía tener un banco ese tipo de poder. Todo nos condujo directamente a la financiación y el sobreendeudamiento de los partidos. Sacamos una petición en Actuable que gracias a una campaña en redes alcanzó pronto las 77.000 firmas. De ahí saltó a la prensa. Y el equipo de Évole nos contactó. Nuestra investigación y el análisis del informe del Tribunal de Cuentas relativo a 2007 les sirvió de base para desarrollar el programa "Salvados ¿las cuentas claras?". Antes de que saliera el programa ya habiamos cogido ese nombre y teníamos la web donde explicábamos de forma sencilla esta temática. No fue fruto de una planificación a largo plazo. Parece que pinchamos en hueso y desde entonces Cuentas Claras empezó a coger vida propia.
Habéis sido invitados por Izquierda Plural a la Comisión Constitucional del Congreso que estudia iniciativas sobre la regeneración democrática y la lucha contra la corrupción. ¿Qué vais a a plantear en la misma?
Por un lado, creemos que hay mucha más gente con cosas que aportar y por eso abrimos una consulta pública. Ha dado como resultado un documento sencillo pero sólido, dividido en cinco temáticas, que vamos a depositar en la comisión. Por otro lado, no hay mucho tiempo para exponer y me centraré en la financiación de partidos y la reforma del sistema de partidos, que incluye la Ley electoral y la Ley de partidos. Vamos a tratar de explicar no solo los agujeros negros, sino por qué la reforma desde dentro no puede funcionar. El conflicto de intereses de los partidos como legisladores y legislados es evidente. Solo podremos romper este bloqueo con la participación ciudadana en la elaboración de la ley.
¿Son realmente transparentes las cuentas de los partidos políticos en España como afirman sus dirigentes?
Rotundamente no. Si fueran una ONG o una contratista del Estado la gran mayoría de los partidos no cumplirían las condiciones para recibir dinero público. Solo conocemos lo que el Tribunal de Cuentas nos permite ver. Y el Tribunal ha sido incapaz de detectar y corregir irregularidades de todo tipo desde la Transición. Sirva como ejemplo que no haya habido una sola multa en todo este tiempo.
¿Un mayor control implicaría una disminución del grado de corrupción?
Sí, pero no solo es necesario un mayor control, hay que cambiar la estructura de ingresos y gasto de los partidos, limitando su endeudamiento, y hacerlos depender en mayor medida de las contribuciones de sus afiliados. Además, la financiación debe ser abierta y transparente para los propios afiliados. Hasta ahora funciona lo que dentro del PP llaman la "teoría del fusible". Es decir, mejor que solo el tesorero sepa todos los entresijos de forma que si hay algún problema solo se queme una persona y sea fácil de reemplazar. Lo contrario es hacer partidos más democráticos internamente y que el control de las finanzas sea compartido por los miembros de la organización. Ellos deberían ser los primeros interesados.
¿Es el Tribunal de Cuentas un medio eficaz para controlar corrupción e irregularidades?
No. En cualquier caso, no debería ser el medio exclusivo de control. Hay más alternativas como auditorias externas, las medidas mencionadas de control interno y una transparencia radical para que los ciudadanos puedan supervisar o a
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