El perro Excalibur ha sido sacrificado a pesar de los intentos de los animalistas por evitarlo
07 Oct 2014
Dani Gago
Madrid, 8 de octubre de 2014. Excalibur, el perro de la enfermera que permanece aislada en el hospital Carlos III de Madrid tras ser diagnosticada de ébola, ha sido sacrificado en la tarde de hoy, a pesar de los intentos de activistas por la defensa de los derechos de los animales por evitarlo.
El Partido Animalista (PACMA) ha interpuesto tres recursos para intentar evitar el sacrificio del animal.
"La Comunidad de Madrid ha ordenado sacrificar al perro por riesgo sanitario, pero sin realizar ninguna prueba previa y aún cuando no hay ningún indicio de que el perro tenga ébola ni de que, en caso de tenerlo, pueda contagiado a otras personas", denunciaba en la madrugada de ayer martes Laura Duarte, portavoz de PACMA.
"Nosotros entendemos que esto debe hacerse con garntías suficientes para evitar un posible contagio, en caso de que el perro sea portador del virus. Es decir, el perro va a tener que ser sacado de la vivienda con medidas de seguriddad, de biocontención; y va a tener que ser aislado necesariamente. Por tanto entendemos que el perro puede ser sacado con vida; que no es necesario sacrificarlo en el interior de la vivienda puesto que el riesgo es el mismo salga con vida o sin ella", añadía.
Por ese motivo, decenas de activistas por los Derechos de los Animales se han turnado durante la noche del martes al sábado para hacer guardia frente al domicilio de la enfermera afectada, y tratar de evitar así que el perro sea sacrificado "sin cumplir con todos los protocolos y sin agotar antes todas las posibilidades".
"Estamos de acuerdo en que hay que tomar medidas de seguridad para proteger a los vecinos y a la población en general", explicaba Duarte, "pero no hay ningún caso en el mundo en el que un humano haya contagiado a un animal del virus del ébola", insiste la portavoz.
Desde PACMA defienden que "lo primero que habría que haber hecho es diagnosticar si el perro tiene o no tiene la enfermedad". "En caso de que la tuviera habría que seguir el protocolo más adecuado y seguro y, si en ese momento, quien tenga que tomar la decisión, considera que lo más adecuado es sacrificar al animal, habrá que barajar esa posibilidad. Pero sólo en ese momento", explican.
Además, lamentan, "no se está teniendo en cuenta la opinión ni los sentimientos de la familia, que considera al perro un miembro más de la misma. Ellos se han negado a firmar la autorización de sacrificio del animal, y no entendemos que por tanto sea la CAM la que pueda ordenar la ejecución del perro".
La movilización de los activistas es, en parte, respuesta al llamamiento de Javier Limón, marido de la enfermera contagiada de ébola y también en aislamiento en el hospital Carlos III de Madrid, que ayer por la tarde lanzaba un vídeo en las redes sociales pidiendo que, por favor, no se sacrificara a su perro sin antes hacerle las pruebas.
Carlos Rodriguez, veterinario y miembro de PACMA, se ofrecía entonces a hacerse cargo del animal y vigilarle durante la cuarentena, para lo cual el propio Javier Limón le autorizó a iniciar los trámites de cesión de la custodia. La petición, no obstante, ha sido denegada por las autoridades.
"Tenemos la sensación de que la CAM está improvisando. Se ha desatado un problema del que ahroa mismo no son capaces de hacerse cargo. Nadie pensó que esto fuera a ocurrir, había que haberlo pensado en el momento en el que el Gobierno consideró que España era un país receptivo para estos dos casos [por los misioneros trasladados desde Liberia]. Esta claro que algo ha fallado y creo que ahora mismo no saben cómo atender este caso. No saben qué hacer con las personas en contacto con esta chica [por la efermera afectada] y tampoco sben qué hacer con el perro", concluye Laura Duarte.
Según han explicado miembros de la Asociación para la Protección y Defensa de Animales, Plantas y el Medio Ambiente de Leganés (PROA), esas mismas razones son las que les han llevado a orga
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