Colectivos madrileños denuncian redadas racistas en la ciudad
 30 Sep 2013 Dani Gago 
Madrid, 1 de octubre de 2013. Unas 200 personas se han concentrado hoy en la madrileña plaza de Callao para denunciar la existencia de redadas racistas policiales en la ciudad y la detención de dos integrantes del colectivo Patio Maravillas, que gestiona el centro social ocupado del mismo nombre. La protesta, convocada bajo el lema 'Ni impunidad, ni redadas racistas' por el propio espacio ocupado, ha comenzado a las 20 horas y ha sido secundada por numerosos colectivos y movimientos sociales de la región.   Los manifestantes disolvieron la concentración en torno a las 21,30 horas, cuando el intento de identificación policial de varios manifestantes que se habían retirado ya de la misma, en la Gran Vía, produjo algún incidente. Determinadas personas se acercaron a ver qué sucedía cuando los agentes procedieron a identificarles también. La mayoría de los congregados reaccionó dirigiéndose al lugar donde se estaban realizando las identificaciones, sin que se registrase ningún tipo de violencia. Los policías cerraron filas y no dejaron aproximarse a los manifestantes dónde tenían retenida a una mujer para ser identificada, junto a los Cines Callao.   Los sucesos que han desencadenado en esta protesta comenzaron el 26 de septiembre en las puertas del Patio Maravillas, sito en la calle del Pez. En torno a las 21 horas dos agentes de paisano procedieron a identificar a un hombre de raza negra que salía del espacio. "Varias personas que se encontraban realizando actividades en el centro han salido para acompañar y preocuparse de quien estaba siendo identificado y denunciar la actuación, manifiestamente racista", dice el comunicado lanzado por el Patio Maravillas. Fue entonces cuando los agentes llamaron a más dotaciones policiales y pidieron la documentación a los presentes. En un forcejeo, Esther, quien participa en el espacio, fue detenida. Se le imputan los cargos de desobediencia, resistencia y atentado a la autoridad. Tras más de 24 horas en la Comisaría de la Policía Nacional en la calle Leganitos, fue puesta en libertad a las 20,30 horas del día siguiente, tras interponer su abogado, Eduardo Gómez, un habeas corpus.   El segundo arresto tuvo lugar en una de las calles aledañas al centro social el día 27, minutos después de la liberación de Esther. Dos de los policías que realizaron la detención del día anterior se encontraron con Lucía, una de las personas que había participado en el intento de diálogo con los agentes. La detuvieron inmediatamente, trasladándola a la Comisaría de la Policía Nacional de la calle Leganitos, donde estuvo toda la noche. Pasó a disposición judicial el sábado por la tarde, siendo liberada en torno a las 20,30 horas tras prestar declaración en los Juzgados de Plaza de Castilla. Está acusada de los mismos cargos que Esther: desobediencia, resistencia y atentado a la autoridad, algo que según Lucía, “es absolutamente falso". Ésta ha declarado que tanto ella como su compañera han sentido en todo momento "el apoyo de todos los movimientos de Madrid", lo que demuestra "que los movimientos sociales en esta ciudad son cada vez más fuertes y por eso tienen miedo".   Gómez, abogado de las dos jóvenes, ha explicado que “los agentes estaban procediendo a identificar a una persona por el mero hecho de ser de un color distinto de piel, una actuación absolutamente ilegal". El letrado añadió: "Estamos absolutamente convencidos, porque lo sabemos y lo vemos todos los días, que estas redadas existen y que por supuesto a la Policía no le gusta que haya testigos de éstas".
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