Manifestación, ocupación y desalojo en el quinto aniversario del madrileño Patio Maravillas
 04 Jan 2015 Álvaro Minguito 
Madrid, 5 de enero de 2014. Una manifestación de apoyo al madrileño centro social Patio Maravillas, que enfrenta desde el pasado mes de septiembre una inminente orden de desalojo, terminaba esta tarde con la ocupación en el centro de Madrid de un edifcio abandonado propiedad del Ayuntamiento. Pese a los intentos de los activistas por negociar su permanencia en el inmueble, la Policía ha desalojado el espacio dos horas después de la entrada de los manifestantes.   La marcha de solidaridad con el centro, que partía a las 19 horas de la Plaza del Dos de Mayo y a la que han asistido más de 2.000 personas, ha recorrido varias calles del barrio de Malasaña hasta desembocar en el número 3 de Hermanos Quintero, en las proximidades de la Plaza de Alonso Martínez, donde un grupo de activistas recibía a la cabecera desplegando varias pancartas desde el interior de un recién ocupado 'Tercer Patio Maravillas'.   El edificio, un antiguo centro de salud de aproximadamente 3.000 metros cuadrados, de titularidad pública y que, según han declarado miembros del colectivo, llevaba al menos 10 años abandonado, es para los activistas "la prueba evidente de que el Ayuntamiento ha mentido durante las negociaciones de los últimos meses".   "Nos hemos sentado con el Ayuntamiento y les hemos pedido que nos cedieran un espacio de titularidad pública al que nos pudiéramos trasladar", explica Lucía, "y nos han contestado que no existía ningún espacio que se adecuase a esas características".   Por eso, dicen, han optado por "adelantarse" al posible deshaucio de su ubicación actual, en Pez 21, ocupando un nuevo edificio que, aseguran, "viene a desenmascarar las mentiras del Ayuntamiento" y con el que no quieren sustituir al anterior centro sino "ampliar las posibilidades de un espacio que se nos queda pequeño". "En la ciudad donde todo se recorta hemos tomado la decisión de multiplicarnos", concluían en su manifiesto.   Hacia las 21 horas, medio centenar de policías de la UIP ha rodeado el edificio y, tras dispersar a los manifestantes, ha exigido a los activistas que permanecían en su interior, un centenar aproximadamente, que lo abandonaran de forma inmediata. Traían una órden de desalojo firmada por la Administración -por ser el edificio propiedad del Ayuntamiento no es necesaria la autorización de un juez- y han amenazado con desalojarlo a la fuerza.   Finalmente, y tras varios intentos por parte de los mediadores del colectivo de llegar a un acuerdo de permanencia con la Delegación del Gobierno, los activistas han accedido a abandonar el espacio de forma voluntaria. No se han producido heridos, detenidos ni identificaciones. A las puertas del edificio cientos de manifestantes les han recibido con aplausos. Eran aproximadamente las 22 horas.

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